viernes, 5 de noviembre de 2010

Tratamientos de quiropraxia y de calor con tracción mecánica.

Se exponen los resultados de un estudio comparativo entre 2 grupos de pacientes afectados de cervicalgia que fueron tratados mediante quiropraxia uno y con calor y tracción mecánica el otro, para evaluar los resultados de ambas técnicas bajo las mismas condiciones y determinar la positividad en la respuesta al tratamiento, disminución en el número de sesiones necesarias, rapidez en la desaparición de los síntomas y demora en las recidivas de las crisis de dolor. Se evidenciaron ventajas en el uso de la quiropraxia, técnica alternativa que sin requerir gastos energéticos ni de equipamiento, mostró una solución del cuadro de cervicalgia en el 81,3 % de los pacientes y disminuyó el tiempo de tratamiento, el número de sesiones y las recidivas, lo cual la convierte en una importante técnica de campaña.

La cervicoartrosis es causa frecuente de preocupación profunda para los ortopédicos, neurocirujanos y especialmente para los fisiatras. Su morbilidad es alta y frecuentemente la padecen personas en edad laboral, lo que contribuye a la disminución de su productividad y actividad social, con deterioro de su economía.
La afección se manifiesta clínicamente por dolor en la región cervical, que se agrava con los movimientos, y evoluciona mediante crisis con exacerbación y remisiones, rigidez de la nuca, dolor escapular y braquialgia unilateral o bilateral seguida de parestesias digitales con agravación nocturna. El dolor se puede irradiar a la región precordial y simular a veces un cuadro de trombosis coronaria. Incrementa las molestias, la adopción de posiciones que impongan semiflexión anterior de la cabeza, y al efectuar movimientos el paciente experimenta sensación de crepitación. Hay dolor ante la movilización y percusión de las apófisis espinosas, así como ante la compresión en el lugar de las raíces nerviosas.

Los tratamientos fisioterapéuticos usados habitualmente en las algias cervicales han sido: la aplicación de calor en la región cervical y la tracción mecánica, frecuentemente combinadas con masajes y corrientes analgésicas y con resultados en algunos casos satisfactorios, aunque no lo suficientemente alentadores por lo prolongado de los procedimientos y por la frecuente recidiva del dolor. La frecuencia de estos síntomas y la necesidad de acortar el tiempo de tratamiento impulsó a la búsqueda de técnicas tan antiguas como la quiropraxia, que había sido desplazada por el desarrollo de la tecnología.

Quiropraxia, etimológicamente significa: quiro, manos, y praxia, práctica. Es conocida desde el siglo xviii. Actualmente mediante la quiropraxia se manipula la columna vertebral cervical y resulta una técnica muy útil que sólo exige de las manos y de las habilidades del ejecutor. Puede aplicarse en cualquier lugar, por no necesitar recursos materiales. Además, la respuesta al tratamiento se pone de manifiesto en corto tiempo con alivio del dolor y mejoría de la función.
A diferencia de los tratamientos convencionales en los que se utiliza la tracción mecánica, precedida de calor o acompañada del uso de corrientes analgésicas, en las cuales el empleo de recursos y energía eléctrica son elevados y los resultados se obtienen en más tiempo y con rápidas recidivas, la quiropraxia no necesita ser asociada con otras técnicas fisioterapéuticas, excepto un poco de calor (que puede llegar a obtenerse frotando con las manos), por lo que la consideramos un arma importante dentro del arsenal médico, fundamentalmente en la medicina de campaña.

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 Fueron estudiados un total de 95 pacientes, de los cuales 64 eran del sexo femenino y 31 del masculino. Se encontró mayor frecuencia en las edades de 40 a 49 años con 46 pacientes (48 %) y de 50 a 59, con 27 (28 %), ambos resultados coinciden con la frecuencia señalada por los autores revisados. El síntoma predominante en ambos gru-pos fue el dolor, con el 100 % de frecuencia.

En el 81 % del total de pacientes del grupo tratado con quiropraxia desapareció la afección, mientras que en los tratados con calor y tracción cervical, resolvió el 51,1 %.
Los pacientes que curaron con quiropraxia lo hicieron entre la tercera y la quinta sesión, mientras que los tratados con calor y tracción cervical lo hicieron entre la sexta y la décima sesión.
Fueron necesarias un promedio de 5,2 sesiones para la desaparición de los síntomas con la quiropraxia, en tanto que con el calor y la tracción cervical, la cifra promedio necesaria fue de 8,5.
En el grupo de quiropraxia sólo presentaron recidivas a los 3 meses el 12,8 % de los pacientes; mientras que en el grupo tratado con calor y tracción cervical, el número de recidivas fue de 41,7 % (3 veces más que en el grupo tratado con quiropraxia).

2 comentarios:

  1. Mole muy bueno el blog. La informacion muy completa y los videos la verdad que ayudan mucho...saludos.

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  2. Esta bueno conocer otro tipo de tecnicas y no quedarnos solo con el tipico calor y masaje!!! muy bueno chicos!

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